EL CREPÚSCULO DE LOS HOMBRES DE VERDAD

Durante las pasadas fechas navideñas hemos podido comprobar como una oleada de libros sobre la saga de Crepúsculo, una película sobre lo humano y lo vampiro, inundó las librerías.

La historia es simple, como siempre en estos casos, hay una tía (Bella) que es una margi y más aburrida que un saco de piedras mirando al mar que se enamora perdidamente del chico malo (Eduard), también margi, y que en este caso además resulta ser un vampiro. El tipo, un delgaducho blanquecino, siente una irremediable atracción hacia la chica. Y así fueron felices y comieron perdices… ojalá la historia se acabara ahí.

Todas las chicas que han ido a ver la película o que se han puesto como locas a leer los libros de la saga han sufrido una especie de parálisis neuronal que en su día, cuando eran niñas, les pasó con las historias de Disney. Una vez más, el hijoputa del príncipe azul, aquel amigo imaginario que tienen desde la infancia, se adueña de la mente de las muchachas para seducirlas con la idea de un amor idílico, lleno de romanticismo nauseabundo y sexo salvaje en el cuarto de la lavadora.

Y esto es así porque Eduard además de ser un chico malo, tiene su corazoncito. Es un chaval sensible y atento a los detalles que se puede estar toda la noche mirando como duerme su amada. Si este joven vampiro tuviera que levantarse todas las mañanas, por ejemplo, para ir a descargar camiones de mudanzas ya se verían las ganas que tiene el pájaro éste de estar toda la noche en vela.

En esta línea, si tu por algún fallo cerebral se te ocurriera seguir este ejemplo, pasarse la noche sentado en una esquina mirando como duerme tu chica, ésta al despertarse y verte en la penumbra de la habitación con los ojos clavados en ella se pondría a gritar como una loca pensando que eres una especie de psicópata. Pero claro si es un vampiro el que se queda embobado observando cómo ronca la fémina, es solo porque se trata de un chaval fino y elegante, y no un monstruo chupa cabras.

Y otra contradicción más. Si una noche cualquiera de golfería te acercas a una chica con tu pose de vampiro, intentando morderla, la respuesta que recibirás a cambio será como poco un regate y como muy probable una hostia, que aunque no seas astronauta, te va a hacer ver las estrellas.

En fin amigos de café, copa y purazos, una vez más las mujeres nos asombran con sus pensamientos llenos de mariqueterias y romanticismo incomprensible. El único consejo que os puedo dar desde estas líneas es que cada vez que entréis en una librería y veáis alguno de los libros del capullo de Eduard intentéis pegarle fuego. Si es vuestro tercer delito, implicaría que iréis a la cárcel, por lo que arrancar la última hoja para joder el final tampoco es una mala alternativa.

En cualquier caso, los auténticos hombres-gentleman-cien por cien macho de todo el mundo os lo agradecerán.








Firmado: Robert Mitchum

1 comentario:

  1. rober (y césar sea dicho de paso), sé que mi imagen caerá en picado después de decir esto pero... EDWARD (y no eduard) ES ÚNICO!!!! y sí, será el típico príncipe azul que nos venden, que una vez sales a la calle no te encuentras con este tipo de seres, pero soñar es gratis!!! así que mejor babear por edWard que gritar ante la pantalla de la TV porque el Madrid casi mete gol... (especialmente por el no miembro de la asociación:P)
    firmado:
    Isabel S. (y sí, 20 años pero muy bien cumplidos!!!)
    un besazooo!!
    PD: he de reconocer que no decís mas que una verdad como una catedral, y que me he reído mucho!!

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