HARRY, SIEMPRE SUPE QUE VOLVERÍAS

Todos los expertos coinciden en que uno de los grandes males de la sociedad de nuestro tiempo es la falta de valores de los jóvenes, pero poco a poco parece que estamos volviendo a las viejas y sanas costumbres y a los buenos ejemplos de “el qué la hace la paga.”

Os estaréis preguntando a qué demonios me refiero con esto, la respuesta es el glorioso renacer de los ejemplos varoniles de siempre, esos héroes despreciados durante todos los años 90 y buena parte de esta década. Tras el glorioso y exagerado retorno de John Rambo podemos empezar a frotarnos las manos con el regreso del mismísimo Harry Callahan, pero no empecéis a buscar en las carteleras, no vais a encontrar la secuela como tal de “Harry el sucio” me estoy refiriendo a “Gran Torino”.

Se que muchos pensaréis que me he fumados demasiados puros o que esta vez he abusado del soberano con le café, pero si lo pensáis bien ¿no sería lo lógico que después de su carera Harry tuviera que cambiar de nombre para poder retirarse en paz?

Alegraos una vez más hombres del mundo porque otra vez vamos a ver a un hombre de verdad que sabe tratar a la gentuza y que a diferencia de los incalificables protohéroes de los 90 y de los primeros años del siglo XXI nos enseña que primero debes de odiar algo y luego darle su respectivo y merecido castigo. Por fin parece que se ha acabado la resocialización del delincuente y vuelve EL CASTIGO.

Firmado: John Wayne (el auténtico Duke)


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