¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON EL TIO LA VARA?

¿Que demonios está pasando con el tío la vara, el prometedor personaje del programa de José Mota?
Desde Café, copa y purazos estamos profundamente decepcionados ante la evolución de una idea que prometía tanto en los primeros capítulos. No es posible que José Mota esté echando por tierra a este gran personaje, defensor de la justicia y los palos gratuitos.
En el cuarto capítulo, donde arremete contra los programas del corazón, ya pudimos comprobar que el hombre la vara hablaba mucho y vareaba poco. Pero lo de este último Viernes ha sido mucho peor, ya que ni siquiera le hemos visto ajusticiar a toda esa panda de mangantes de la Comisión de Kioto.
¿Qué cojones está pasando?
¿Como puede ser que uno de los principales alicientes del programa de José Mota se eche a perder de esta manera?
Además, en este último capítulo también pudimos comprobar como al tío la vara se le iba su original acento manchego, confundiéndose en ocasiones con el de Tomás, el viejuno tacaño que no suelta una perra aunque la vida le vaya en ello.
José Mota no ha destacado en su nueva propuesta televisiva por su originalidad precisamente. De hecho, el resto del programa es algo cansino y nos recuerda demasiado a sus tiempos con su compañero rubiales en cruz y raya.
En definitiva, el tío la vara está a punto de echarse a perder ya que lo que más nos gusta de él es el animal que habita en su interior y que le empuja a removerse al estilo de Blasa dando hostias allí donde las pidan.
Soso, muy soso. Decepcionante. Aburrido.
A este paso, el programa de José Mota se quedará con menos gracia de la que ya tiene. El tío la vara representaba una esperanza para todos aquellos que nos jode la tontuna imperante, una especie de justiciero rural que varea allí donde fuera necesario.
Pero lo de estas dos últimas semanas no se parece en nada a lo que vimos en los primeros capítulos...
¿Qué cojones está pasando? Insisto.








Firmado: Clint Eastwood.

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