COMO COCINARÍA A FERRÁN ADRIÁ

Ferrán Adriá, paradigma y ejemplo sin igual de que la modernidad mal entendida (entiéndase en este punto tontuna o estupidez elevadas a su máxima potencia) que reina en nuestros días puede llegar a extenderse por cualquier ámbito, incluido el sagrado recodo de la gastronomía.

Como ejemplo algunas de sus creaciones:

· La tortilla de patata deconstruida: tortilla de patata poco hecha pasada por la turmix.

· Falso caviar de melón: bolitas muy pequeñas de melón.

· Nitro coulants: supongo que debe ser meter cualquier cosa en ¡¡¡¡nitrógeno líquido para después comérselo!!!!

Pero ahí no termina su osadía, ya que no solo quiere pervertir el maravilloso mundo de la comida, sino que con la misma tontería mancilla otros terrenos sagrados al llevar a cabo herejías tales como las “palomitas de humo de puro”. Si quiero palomitas me como palomitas y si quiero que sepan a puro (dudo bastante que nadie quieras palomitas con sabor a puro) me fumo uno mientras me las como.

¿Es que somos gilipollas? ¿Qué conseguimos con todo esto? La respuesta es muy sencilla, que los modernos, anormales y gafa-pasta pijos que alaban las obras que hay en el Pompidou paguen 200€ por cubierto por comer lo mismo que se puede degustar en cualquier tasca de barrio o pueblo pero en mucha menor cantidad y en lugar de ser cocinado en sartén hecho en tubo de ensayo.

Por todo esto, por ser cómplice de los enemigos del churrasco, la tortilla de toda la vida y del cocido, por representar la antítesis de la cocina de los hombres 100% machos (chuletones de 1kg, botillo, jarras de 1 litro de cerveza, y comida opípara que te deja a punto de reventar en general) y por ser el mayor exponente de este tipo de anormalidad, aunque desgraciadamente no el único yo lo condenaría a ser escarmentado de la siguiente manera:

1. Lo metería en nitrógeno líquido hasta la cintura y después le rompería las piernas con un mazo para hacer “falso caviar con ellas”.

2. Le flambearía el tronco hasta la altura del cuello y después lo haría la sal con las quemaduras recién hechas (para el que no sepa que es esto es cubrirlo totalmente de sal para meterlo en el horno).

3. Y por último y mientras se esta retorciendo de dolor antes de morir le deconstruiría la cabeza con una maza hasta conseguir mus de sesos.

Y así tal vez, solo tal vez, conseguiríamos que algunos modernos se replantearan su modo de vida y volvieran al buen camino el camino de los hombres 100% machos, el camino de los hombres de café, copa y purazos.

Firmado: Bud Spencer