LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES ... PERO QUE EN CAMBIO AMABAN LA FELICIDAD, LA CERVEZA Y LOS PURAZOS

Recientemente he leído el primer volumen de la serie Millenium del fallecido periodista Stieg Larsson. Una novela negra en toda regla que según algunos ha ayudado a relanzar el género. Desde mi humilde opinión, creo que el marketing y la tontuna han sido determinantes a la hora del éxito de estos libros porque como aficionado a este tipo de lecturas no he podido evitar encontrar ciertos paralelismos con otras obras de la misma rama.
Una vez leído el primer tomo me siento un poco decepcionado ya que esperaba encontrar verdaderas novedades para el género negro.

Pero no estoy aquí para aburrir sobre mis gustos literarios para eso ya está Sánchez Dragó. Mi propósito para estas líneas es aprovechar el título de este libro para hacer una de las cosas que mejor se nos dan en café, copa y purazos: cargar contra las mujeres. Por ello no quiero que nadie me malinterprete y crea que mis delirios van dirigidos a esta novela, sino que ésta es solo una excusa para escribir unas pocas líneas.

Cuando leo el título: los hombres que no amaban a las mujeres, ¿sabéis en quien pienso? En César Millán. Porque el no ama a las mujeres, solo ama a los perros y es feliz. ¡¡Claro que es feliz!!
Porque los perros al igual que las mujeres ladran y muerden, pero estos solo lo hacen para defenderse o para defender tu propiedad privada (Marx jódete que tú nunca habrías tenido perro). Sin embargo, las mujeres te gruñen porque les das la razón, porque se la quitas o porque no las entiendes.
César Millán entiende a los perros, pero quién cojones entiende a las mujeres…
Sí amigos de café, copa y purazos. Los hombres que no aman a las mujeres es porque aman otras cosas: la libertad, desayunar cerveza, el heavy metal en el coche, los purazos,… En fin un montón de cosas bonitas!!!
De ahí que César Millán sea adiestrador de perros porque posiblemente empezó a estudiar al género femenino en sus años de universidad (posiblemente a través de la carrera de psicología, ya sabéis, aquella formada por tipos que se ponen batas blancas para parecer médicos pero que en realidad no lo son, nunca hay que olvidarlo) y una vez concluidos su periodo académico decidió dedicarse al estudio del perro y sus trastornos porque se dio cuenta de que entendía mejor a un pastor alemán que a su novia.

Se que estas líneas suscitarán cierto resquemor entre nuestras seguidoras, pero quiero ser firme en mis pretensiones. Los hombres que no aman a las mujeres tienen dos motivos posibles: son gays o son inteligentes. También puede ser que sean las dos cosas, gays listos, que ante la desesperanza de no comprender a las mujeres hayan cambiado su orientación sexual.

César Millan es listo, pero no es gay. Solo hay que ver como se arrima a las dueñas de los perros. Y por eso le admiro, por elegir la caseta del perro en vez de la cama de la dueña.